y son de mala educación. Hago la misma reflexión para cuando nos hacen esa pregunta tan simpática de: "....usted se arrepiente de algo que haya hecho", por lo general se suele caer en la trampa de creer que es adecuado decir que si, ".... claro que me arrepiento, cuando una vez,,,,,,,," y si nos descuidamos nos acabamos arrepintiendo de todo desde el jardín de infancia o lo que es lo mismo, la actual Educación Infantil.
Pues no hay que arrepentirse de nada.
Cuando tomamos una decisión seria, tengamos quince, treinta o cincuenta, la tomamos con la información de la cual disponemos y la experiencia que nos avala, evidentemente esta experiencia avalista varia con la edad, ya se sabe: madurez, evolución, etc.
Pues con las comparaciones pasa lo mismo, es de muy mala educación comparar. Concreto con un ejemplo.
Estos días leo en la prensa que el Papa Francisco - ya por el nombre parece como de la familia- esta arrasando por su forma de ser simpática y cercana, en comparación con su antecesor el Papa Emérito. Pues esto es muy feo, y que lo escriban en los periódicos, todavía lo es más.¿Se les ocurre a ustedes comentar que su amiga María cocina mejor que su otra amiga Pilar, cuando la pobre Pilar es una chica estupenda que se desvive cuando tiene invitados?.
Nunca mejor dicho aquello de: "no seamos más papistas que el Papa".